viernes, 30 de marzo de 2007

TIC Y SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

Implicaciones de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Sociedad

RESUMEN

El mundo de hoy esta en crisis, pero no una crisis cualquiera sino una de las mayores de los últimos 100 años. Es preciso un Orden Mundial Alternativo que ponga al hombre en el centro de las preocupaciones, que universalice la solidaridad y la justicia social.
Las transformaciones tecnológicas no son movimientos aislados sino que vienen determinadas por el contexto cultural, sociológico, económico, y político en el que se desarrollan; no son por tanto acontecimientos aislados. La sociedad de la información posee como características más significativas: la globalización de la economía, la potenciación del capitalismo informacional, la aparición de nuevos sectores laborales y la desaparición de otros, No debe de cabernos la menor duda que la sociedad de la información, lo mismo que sus antecesoras, no es sólo una cuestión tecnológica, sino también política, cultural, ideológica y económica, teniendo repercusiones directas en el mundo laboral con la aparición de nuevos sectores ocupacionales, la potenciación de nuevas profesiones, la desaparición y transformación de otras.

EL MUNDO ACTUAL

La globalizacion llego para quedarse. Por significar la mundialización de la economía tiene el más extraordinario impacto sobre los estados y las diferentes formas de la conciencia social. Sobre todos y todo.
Es un proceso objetivo, nadie puede detenerlo y menos revertirlo. Desde el fin de la segunda guerra mundial se ha vuelto indiscutiblemente el presente del genero humano y será su futuro.
Se presentaban desde mediados de este siglo dos formas globalizadoras opuestas; la capitalista y la socialista.
La globalización capitalista ha pasado a su versión neoliberal, que exacerba demencialmente las pasiones, cuya vileza contrasta con logros civilizadores impensables hace pocos decenios (computación, clonación, energía nuclear, Internet, etc.)
La globalización neoliberal expresa el afán subjetivo de los amos del mundo de reducirse en número y multiplicarse en súper fortunas, transnacionalizando al máximo, privatizando todo lo que rinda ganancia y colocando las cotizaciones bursátiles y toda la economía ficticia y especulativa por encima de la economía real, que se traduce en bienes y servicios.
Al mismo tiempo refleja el proceso objetivo de la internacionalización del capital y del mercado, que refuerza la socialización del la producción y la alta tecnología, y crea el sistema económico mundial en el que Marx veía las premisas para el paso a la sociedad de productores libres y asociados, que llamaba indistintamente comunismo o humanismo.
Identificar neoliberalismo y globalización es tan absurdo como hablar de un logaritmo amarillo. La globalización en su variante neoliberal esta llamada a ser derrotada por la humanidad. Ella tarde o temprano hará triunfar el humanismo universal, cuya base es la globalización.

Mientras el producto a nivel mundial, entre 1950 y 1970, en tiempos sin neoliberalismo, creció a un ritmo de casi 5% anual , en el quinquenio 1990_1996 , en pleno reinado del neoliberalismo, lo hizo asolo el 1.4%. Las proyecciones para el futuro inmediato son mucho peores.
La globalización y el neoliberalismo se universalizan una vez que el mundo cae en la unipolaridad, hasta convertirse en la política oficial de prácticamente todos los países. Hasta que punto la globalización neoliberal es negativa para el progreso humano se comprende al analizar el hecho de que el 95% del movimiento de capitales se invierte en la economía financiera, ficticia, mientras el 5% lo hace en la economía real.
De las 100 economías mas grandes del mundo, países incluidos, 50 son mega empresas. El 40% del comercio mundial corresponde a 350 mega empresas.
Un ejemplo es que en 1994 General Motors vendía por 168 mil millones de dólares mientras que Turquía por 149.8 mil millones. Mientras la IBM lo hacia por 72000 millones, Venezuela lo hacia por 59 000 millones.
La reciente fusión entre dos mega monopolios como Exxon y Mobil, concentra un capital de 203 000 millones de dólares y una producción de petróleo que solo cede un poco a la de Arabia Saudita e Irán, pero que es superior a la de Kuwait
La realidad desmiente la liberalización que se predica. El mundo subdesarrollado viene perdiendo cada año unos 600 millones de dólares como consecuencia de los subsidios agrícolas y de los obstáculos que se oponen a la exportación de productos como los textiles hacia el primer mundo.
El mundo de hoy esta en crisis, pero no una crisis cualquiera sino una de las mayores de los últimos 100 años. Se pudiera abrir una etapa de gran inestabilidad conflictos económicos, políticos y hasta militares, de cambios sociales que dependerán de la izquierda y los sectores progresistas para adelantar propuestas que permitan influir en el desenlace de la crisis.
La izquierda puede y debe tener un papel decisivo en cualquier proceso de concertación, cooperación, colaboración o unidad entre las fuerzas políticas dispuestas a trabajar para fortalecer la integración, la soberanía y la independencia, pero las condiciones para las alianzas no pueden ser las de la renuncia, la de la claudicación, la de arriar nuestra bandera por el socialismo y por profundas transformaciones sociales, la de plegarnos a aquellos que proponen supuestas nuevas vías, el regreso a variantes remozadas del capitalismo o a modelos ya superados por la vida, lo que solo puede servir a los intereses del sistema.
Es preciso un Orden Mundial Alternativo que ponga al hombre en el centro de las preocupaciones, que universalice la solidaridad y la justicia social avance estrategias de desarrollo con un patrón de crecimiento ecológicamente sustentable.
Es necesario trabajar por un Orden Económico Alternativo que supere la visión mercado céntrica del neoliberalismo. La humanidad no puede ser conducida por el mercado. El mercado no fue, no es, ni será nunca, una garantía para una justa distribución de los recursos y una adecuada conducción de la sociedad.
El sistema financiero internacional debe ser transformado y los flujos financieros controladas por la racionalidad humana, para ello es imprescindible poner las finanzas internacionales bajo la conducción del mundo y no subordinar la humanidad a la tiranía del mercado el capital financiero especulativo.
Las tendencias a acentuar la competitividad y la reciprocidad que hoy gobiernan el mercado mundial, no nos deben hacer olvidar el compromiso solidario con aquellas naciones y pueblos que por factores ajenos a su voluntad tienen un menor desarrollo relativo.
Finalmente es imprescindible un Nuevo Orden Mundial, que nos permita adelantar políticas globales para la preservación del medio ambiente, el desarrollo conjunto de políticas sociales, sobre todo en los sectores de la educación y la salud, trabajar en el desarrollo y la preservación de las riquezas culturales y de las diversas identidades de la raza humana.
"... sólida armazón de individualidades que caminan hacia un fin común, individuos que han alcanzado la conciencia social de lo que es necesario hacer, hombres que luchan por salir del reino de la necesidad y entrar al reino de la libertad..."


CIENCIA TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD

Como se ha puesto de relieve desde el denominado movimiento de "Ciencia Tecnología y Sociedad", las transformaciones tecnológicas no son movimientos aislados sino que vienen determinadas por el contexto cultural, sociológico, económico, y político en el que se desarrollan; no son por tanto acontecimientos aislados, ya que reflejan "... un estado determinado de conocimiento, un entorno institucional e industrial particular, una cierta disponibilidad de aptitudes para definir un problema técnico y resolverlo, una mentalidad económica para hacer que esa aplicación sea rentable." (Castells, 1997, 63).
La sociedad de la información en la que estamos comenzando a desenvolvernos, presenta algunas características diferenciadas respecto a los modelos de las sociedades anteriores. De ella y sin la pretensión de acotar el tema podemos decir que posee como características más significativas: la globalización de la economía, la potenciación del capitalismo informacional, la aparición de nuevos sectores laborales y la desaparición de otros, la valoración del ritmo del cambio, la potenciación de una infraestructura tecnológica, la sustitución de los sistemas de producción mecánicos tanto social como desde una posición técnica, la interactividad, la complejidad, la inmediatez de productos y resultados, la flexibilidad del trabajo, la inestabilidad laboral, la apuesta por la eficiencia y el progreso, y el girar en torno a los medios de comunicación y más concretamente de las nuevas tecnologías de la información y comunicación. Sin olvidarnos la valoración desmesurada que tanto de forma cuantitativa como cualitativa tiende a realizarse de la tecnología indiferentemente de su objeto de referencia.
Cada vez es más usual oír hablar que estamos en una aldea global, o que el aleteo del efecto mariposa de Lorenz es más cierto que nunca, de manera que las decisiones y acontecimientos que ocurren en cualquier parte del planeta rápidamente nos impactan y llegan a nosotros. Si los primeros pasos de la globalización se dieron en el terreno económico y financiero, ya que respondía a un modelo de gestión empresarial, los pasos posteriores se han dado en el terreno de la comunicación, y con una fuerte orientación hacia la cultura, de ahí que empiecen a utilizarse denominaciones como "Mcmundo" o "Mccultura".

LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN

No debe de cabernos la menor duda que la sociedad de la información, lo mismo que sus antecesoras, no es sólo una cuestión tecnológica, sino también política, cultural, ideológica y económica, teniendo repercusiones directas en el mundo laboral con la aparición de nuevos sectores ocupacionales, la potenciación de nuevas profesiones, la desaparición y transformación de otras, y lo que puede ser más significativo, la posibilidad que el sujeto desarrolle a lo largo de su vida activa diferentes empleos (González, 1996). Y bajo esta perspectiva la información se va a convertir en valor absoluto, y al respecto ya en otro trabajo (Cabero y Barroso, 1996) aludíamos a un informe de la OCEDE de 1992 donde llamaban la atención respecto a que en las sociedades post-industriales el 60% de los trabajadores estarían directa o indirectamente ocupados con profesiones relacionadas con la información, algunas de las cuales estarán claramente relacionadas con actividades de manipulación y servicio.
No sólo se van a desarrollar un nuevo conjunto de ocupaciones, como por ejemplo analistas de sistemas, programadores o ingenieros informáticos, sino que también las ocupaciones tradicionales se van a ver modificadas, potenciándose nuevas modalidades laborales como consecuencia de la utilización de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, como es el caso del teletrabajo. Actividad que de acuerdo con Giralt (1995, 4) podíamos definirla como: "… la realización de trabajo (o sea, una actividad remunerada para terceros) utilizando como herramientas la informática y las telecomunicaciones y sin presencia fija (al menos permanentemente) en la sede de la empresa base o del destinatario del trabajo (delocalización)".
Modalidad laboral que como se apunta, permitirá la racionalización de los recursos laborales y los ahorros económicos que ello puede conllevar, la flexibilidad temporal-laboral para el trabajador, el evitar desplazamientos innecesarios, y el acercamiento de las mujeres y las personas con minusvalías físicas al mundo laboral. Si bien, también debemos de ser conscientes de una serie de limitaciones para los teletrabajadores derivadas directamente del aislamiento profesional en el cual se pueden ver inmersos y las consecuencias que ello puede tener en su desprotección social, sin olvidarnos de los costos que ello puede conllevar para el trabajador.
Estas influencias no se limitan exclusivamente a la implantación de nuevas modalidades ocupacionales sino también al desarrollo progresivo de un trabajo cada vez más abstracto, donde se manejará cada vez menos físicamente el objeto y el trabajador se encontrará más aislado de los circuitos y cadenas de producción.
La desaparición y modificación de determinadas profesiones va a tener como consecuencia directa un aumento en la movilidad del trabajador, tanto en el número de ocupaciones como en períodos de empleo-desempleo. Indirecta o directamente esta situación va a llevar al trabajador a tener que reciclarse para adaptarse a las nuevas situaciones laborales que se le presenten, ya que el ritmo de la sociedad futura será tan trepidante que la formación inicial recibida pronto quedará obsoleta para desenvolverse en los nuevos entramados sociales. Ello nos puede llevar a pensar que el aprendizaje a lo largo de la vida se convertirá en una de las características definitorias del sistema.
En este nuevo entramado social la infraestructura tecnológica, será de máxima significación, de manera que los países se diferenciaran por el nivel de tecnología que son capaces de diseñar, producir y consumir. Y desde esta perspectiva puede que las sociedades que a medio, por no decir corto plazo, no incorporen en sus diferentes sectores los instrumentos a los cuales nos estamos refiriendo, se verán marginadas respecto al resto y posiblemente se encuentren en un nivel de separación, como no había ocurrido anteriormente entre los países que se desenvolvían en una sociedad agrícola e industrial, y en consecuencia puede que las nuevas tecnologías más que unir a los pueblos lleguen a separarlos y las diferencias que en la actualidad se está dando entre los países desarrollados y en vías de desarrollo, en vez de reducirse se afiancen, y se hagan con el tiempo más amplias e insalvables.
Los últimos comentarios realizados pueden llegar a ser más preocupantes si, además, tenemos en cuenta que el tiempo de desarrollo y evolución de esta nueva sociedad resultante de la utilización de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, es más corto que sus predecesoras, como indica Terceiro (1996, 29): "La humanidad ha venido midiendo su progreso históricamente, en términos de tecnología, con el resultado de que cada era ha sobrepasado más rápidamente que las anteriores. La edad de piedra duró millones de años, pero la siguiente, la del metal, sólo cinco mil años. La revolución industrial (de primeros del siglo XVIII a últimos del siglo XIX), doscientos años. La era eléctrica (de comienzos de siglo a la II Guerra Mundial), cuarenta años. La era electrónica duró veinticinco años y la era de la información ya tiene veinte, evolucionando rápidamente desde lo que podríamos llamar Infolítico Inferior al Infolítico Superior o Información hipermedia".
La automatización, es decir, la realización de actividades sin la intervención directa del hombre se está convirtiendo en una de las características más significativas de las máquinas, herramientas e instrumentos técnicos del siglo que viene. Los nuevos instrumentos tecnológicos cada vez se dotan de más recursos que permiten por sí mismos la ejecución de ciertas tareas, acciones y movimientos; desde la simple grabación de un programa de televisión a una hora determinada, hasta el mantenimiento de una cadena de montaje. Los sistemas tecnológicos tienden a incorporar mecanismos de regulación, control y toma de decisiones.
Sin lugar a dudas una de las características básicas que define la sociedad del futuro es la interactividad, que puede ser entendida desde diversas perspectivas, entre las que podemos destacar dos: la no existencia de centros únicos generadores de información, sino más bien la dispersión entre ellos y su conexión para la obtención de los productos, y el facilitar el modificar el rol de receptor a emisor de mensajes. Por último indicar que la interactividad debemos de percibirla no sólo referida a los medios, sino también a los espacios, personas y procesos.
Frente a la tranquilidad de los momentos históricos anteriores, la complejidad se convierte en una de las características de los momentos históricos venideros, entre otros motivos por la amplitud que se nos ha abierto y las destrezas necesarias que debemos tener para desenvolvernos en él. Ya no será suficiente con los conocimientos básicos de lectura y escritura, sino que se requerirán nuevas habilidades para la interacción tanto "con" las tecnologías, como "por" las mismas; es decir, tanto para utilizarlas como para realizar diferentes actividades a través de ellas. El Informe Delors (Delors, 1996) hablaba de que tres son los pilares básicos de la educación del futuro: "aprender a conocer", "aprender a hacer" y "aprender a ser".
La dinámica del cambio en la cual tendemos a desenvolvernos nos lleva a asumir como hipótesis de trabajo la inmediatez de los productos y los resultados; de manera que ya no es suficiente con realizar productos de más calidad que los competidores, sino, además, hacerlo en menos tiempo y con costo más bajo, y ser capaces de situarlos en los circuitos de distribución. Ello obligará a las empresas y organizaciones laborales a establecer nuevos modelos organizativos donde el tiempo adquiera valor económico en sí mismo. (Prieto y otros, 1997).
La última característica sobre la que queremos llamar la atención de la sociedad de la información o tecnológica, es la idea de la eficiencia y el progreso constante. Éste parece que adquiere valor y sentido en sí mismo, en una preocupante lucha por alcanzar las primeras posiciones, tanto sociales, productivas, como personales; situándose por encima de cualquier valor ético y social, en una lucha que nos lleva a comparar progreso tecnológico, con progreso social y moral.

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

En este nuevo contexto sociocultural y tecnológico la Universidad, como centro de formación superior de la sociedad, se verá inmersa una serie de transformaciones como consecuencia de la influencia de diversos cambios internos y externos al propio sistema educativo, respecto a los cuales podemos citar los siguientes: la demanda que se desarrollará para el aprendizaje a lo largo de toda la vida como consecuencia de la aparición y transformación constante de los diferentes campos del conocimiento científico y artístico en lo que está viniendo a denominarse como explosión del conocimiento con la velocidad de aparición de nuevos saberes y la redistribución de los mismos; la transformación de una visión del conocimiento centrado en el objeto a una visión orientado en el proceso; los cambios que se producirán por el paso de la propiedad individual del conocimiento a su propiedad comunitaria como consecuencia de la ruptura de las variables espacio-temporales por la incorporación de las redes de comunicación; la necesidad de dominar nuevas habilidades instrumentales y tecnológicas; la demografía cambiante; la demanda creciente con el aumento progresivo de estudiantes; la ruptura del ciclo formación académica-desempeño laboral por el de formación académica-desempeño laboral-formación académica lo que influirá para que al estar trabajando los estudiantes no puedan cursar todos los estudios; el aumento de estudiantes; las demandas más exigentes de los estudiantes para participar en un ambiente de aprendizaje más favorable; el aumento de los costos de la educación superior y la disminución de las inversiones de la sociedad; la presencia doméstica más constante de las nuevas tecnologías de la información y comunicación que sin llegar a cotas similares a otros países occidentales va teniendo un aumento constate y se va acercando a ellos; la alfabetización informática que van adquiriendo los grupos inferiores de edad; y la exigencia del aumento de la calidad del servicio ofrecido (Twigg y Oblinger, 1996; Twigg y Heterick, 1997).
En este entramado, las nuevas tecnologías de la información y comunicación van a repercutir, tienen que repercutir, de una forma significativa.

Autor:
Lic. Omar Rosa González.
jmblanco[arroba]cimex.com.cu
Autobiografía: Natural de Ciego de Ávila, donde realicé los estudios primarios y secundarios, me hice profesor de Computación, laboré durante quince años en distintas enseñanzas en las vecinas provincias de Camaguey y Las Tunas, posteriormente trabaje durante dos años en BANDEC atendiendo la parte informática, actualmente trabajo de Contador en el CIMEX. S.A. Desde sus inicio participe en la Batalla de ideas en la Universalización impartiendo clases de Computación. En la actualidad curso la Maestría acerca de las TIC en la Universidad de Camaguey.
29 de enero de 2007
Ciego de Ávila, Cuba

miércoles, 28 de marzo de 2007

CIENCIA


Marzo 13 de 2007


Harvard encontró nuevos beneficios en el cacao

Foto: Édgar Vargas - Archivo / EL TIEMPO
Al cacao podría comparársele con la penicilina y la anestesia en importancia para la salud pública, según la revista Chemistry & Industry
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Un compuesto de esta planta tiene tantas virtudes curativas que podría comparársele con la penicilina y la anestesia en importancia para la salud pública.
Así lo reveló un estudio divulgado por la revista Chemistry & Industry.
Según Norman Hollenberg, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, se trata de la epicatequina, un compuesto en el brebaje de cacao natural que beben los indígenas de la etnia kuna de Panamá.Esa sustancia también puede encontrarse en ciertos tipos de té, vino, chocolate y algunas variedades de frutas y verduras.En un informe sobre sus investigaciones de la epicatequina, Hollenberg señaló que los indígenas kuna consumen hasta 40 tazas de esta bebida a la semana.Como resultado, cuatro de las cinco enfermedades más letales, los ataques apopléticos, los paros cardíacos, el cáncer y la diabetes se han reducido a solo 10 por ciento entre los miembros de ese grupo étnico."Si estas observaciones pronostican el futuro, entonces podemos decir sin temores que son las más importantes en la historia de la medicina", señaló."Estamos de acuerdo en que la penicilina y la anestesia son enormemente importantes, pero la epicatepina podría librarnos de cuatro de las cinco enfermedades más comunes en el mundo occidental", añadió.El informe sobre el estudio cita declaraciones de Daniel Fabricant, un experto en nutrición que asegura que, aunque este es un resultado solo de observaciones, las conclusiones son tan impresionantes que plantean la posibilidad de que la epicatequina sea considerada como una vitamina.La definición de vitaminas indica que son sustancias esenciales para el funcionamiento, metabolismo, regulación y crecimiento de las células y se considera que su ausencia en el organismo es la causa de algunas enfermedades."La relación entre un alto consumo de epicatequina y el menor riesgo de enfermedades letales es tan asombrosa que debería investigarse más todavía. Es posible que esas enfermedades sean resultado de una deficiencia de epicatequina", agregó.Además de estas cualidades que le atribuyen ahora los científicos, este fruto, que contiene más de 300 sustancias, entre ellas cafeina en cantidades pequeñas y teobromina, un estimulante más endeble, tiene otras propiedades. Algunos sostienen que estos dos químicos fundamentan la base sobre el tan pregonado efecto estimulante del chocolate.Está demostrado que el cacao induce a la producción de endorfinas, las cuales producen bienestar y felicidad. El cacao también contiene antioxidantes naturales, como los polifenoles y el tanino, que ejercen efectos beneficiosos tanto a nivel físico, por su acción de vasodilatación, como a nivel psicológico, proporcionando una sensación de vitalidad y energía. Sus propiedades hidratantes y emolientes le dan elasticidad a la piel y la nutren en profundidad. No en vano se han puesto de moda desde hace algunos años los spas en los que se ofrece la chocolaterapia, un masaje en todo el cuerpo con base en un preparado de chocolate. Las casas de belleza también han lanzado productos con el chocolate como principio activo.
WASHINGTON (EFE)

martes, 27 de marzo de 2007

ALGO INTERESANTE PARA LEER

ELOGIO DE LA DIFICULTAD
Palabras pronunciadas por Estanislao Zuleta cuando en 1980 recibió el título de Doctor Honoris Causa en Psicología de la Universidad del Valle.
(Texto para fines exclusivos de Estudio. Círculos de Estudio Existencial CEE. Biblioteca Anthropos de sicología Existencial & Psicoanálisis. Asociación Colombiana de Análisis Existencial ACDAE.)
La pobreza y la impotencia de la imaginación nunca se manifiesta de una manera tan clara como cuando se trata de imaginar la felicidad. Entonces comenzamos a inventar paraísos, islas afortunadas, países de cucaña. Una vida sin riesgos, sin lucha, sin búsqueda de superación y sin muerte. Y, por tanto, también sin carencias y sin deseo: un océano de mermelada sagrada, una eternidad de aburrición. Metas afortunadamente inalcanzables, paraísos afortunadamente inexistentes.
Todas estas fantasías serían inocentes e inocuas, sino fuera porque constituyen el modelo de nuestros anhelos en la vida práctica.
Aquí mismo en los proyectos de la existencia cotidiana, más acá del reino de las mentiras eternas, introducimos también el ideal tonto de la seguridad garantizada; de las reconciliaciones totales; de las soluciones definitivas.
Puede decirse que nuestro problema no consiste solamente ni principalmente en que no seamos capaces de conquistar lo que nos proponemos, sino en aquello que nos proponemos: que nuestra desgracia no está tanto en la frustración de nuestros deseos, como en la forma misma de desear. Deseamos mal.
En lugar de desear una relación humana inquietante, compleja y perdible, que estimule nuestra capacidad de luchar y nos obligue a cambiar, deseamos un idilio sin sombras y sin peligros, un nido de amor, y por lo tanto, en última instancia un retorno al huevo. En vez de desear una sociedad en la que sea realizable y necesario trabajar arduamente para hacer efectivas nuestras posibilidades, deseamos un mundo de satisfacción, una monstruosa sala-cuna de abundancia pasivamente recibida.
En lugar de desear una filosofía llena de incógnitas y preguntas abiertas, queremos poseer una doctrina global, capaz de dar cuenta de todo, revelada por espíritus que nunca han existido o por caudillos que desgraciadamente sí han existido.
Adán y sobre todo Eva, tienen el mérito original de habernos liberado del paraíso, nuestro pecado es que anhelamos regresar a él.
Desconfiemos de las mañanas radiantes en las que se inicia un reino milenario. Son muy conocidos en la historia, desde la Antigüedad hasta hoy, los horrores a los que pueden y suelen entregarse los partidos provistos de una verdad y de una meta absolutas, las iglesias cuyos miembros han sido alcanzados por la gracia -por la desgracia- de alguna revelación. El estudio de la vida social y de la vida personal nos enseña cuán próximos se encuentran una de otro la idealización y el terror. La idealización del fin, de la meta y el terror de los medios que procurarán su conquista. Quienes de esta manera tratan de someter la realidad al ideal, entran inevitablemente en una concepción paranoide de la verdad; en un sistema de pensamiento tal, que los que se atreverían a objetar algo quedan inmediatamente sometidos a la interpretación totalitaria: sus argumentos, no son argumentos, sino solamente síntomas de una naturaleza dañada o bien máscaras de malignos propósitos.
En lugar de discutir un razonamiento se le reduce a un juicio de pertenencia al otro -y el otro es, en este sistema, sinónimo de enemigo-, o se procede a un juicio de intenciones. Y este sistema se desarrolla peligrosamente hasta el punto en que ya no solamente rechaza toda oposición, sino también toda diferencia: el que no está conmigo, está contra mí, y el que no está completamente conmigo, no está conmigo. Así como hay, según Kant, un verdadero abismo de la acción, que consiste en la exigencia de una entrega total a la "causa" absoluta y concibe toda duda y toda crítica como traición o como agresión.
Ahora sabemos, por una amarga experiencia, que este abismo de la acción, con sus guerras santas y sus orgías de fraternidad no es una característica exclusiva de ciertas épocas del pasado o de civilizaciones atrasadas en el desarrollo científico y técnico; que puede funcionar muy bien y desplegar todos sus efectos sin abolir una gran capacidad de inventiva y una eficacia macabra. Sabemos que ningún origen filosóficamente elevado o supuestamente divino, inmuniza a una doctrina contra el riesgo de caer en la interpretación propia de la lógica paranoide que afirma un discurso particular -todos lo son- como la designación misma de la realidad y los otros como ceguera o mentira.
El atractivo terrible que poseen las formaciones colectivas que se embriagan con la promesa de una comunidad humana no problemática, basada en una palabra infalible, consiste en que suprimen la indecisión y la duda, la necesidad de pensar por sí mismo, otorgan a sus miembros una identidad exaltada por la participación, separan un interior bueno -el grupo- y un exterior amenazador. Así como se ahorra sin duda la angustia, se distribuye mágicamente la ambivalencia en un amor por lo propio y un odio por lo extraño y se produce la más grande simplificación de la vida, la más espantosa facilidad. Y cuando digo aquí facilidad, no ignoro ni olvido que precisamente este tipo de formaciones colectivas, se caracterizan por una inaudita capacidad de entrega y sacrificios; que sus miembros aceptan y desean el heroísmo, cuando no aspiran a la palma del martirio. Facilidad, sin embargo, porque lo que el hombre teme por encima de todo no es la muerte y el sufrimiento, en los que tantas veces se refugia, sino la angustia que genera la necesidad de ponerse en cuestión, de combinar el entusiasmo y la crítica, el amor y el respeto.
Un síntoma inequívoco de la dominación de las ideologías proféticas y de los grupos que las generan o que someten a su lógica doctrinas que les fueron extrañas en su origen, es el descrédito en que cae el concepto de respeto.
No se quiere saber nada del respeto, ni de la reciprocidad, ni de la vigencia de normas universales. Estos valores aparecen más bien como males menores propios de un resignado escepticismo, como signos de que se ha abdicado a las más caras esperanzas. Porque el respeto y las normas sólo adquieren vigencia allí donde el amor, el entusiasmo, la entrega total a la gran misión, ya no pueden aspirar a determinar las relaciones humanas. Y como el respeto es siempre el respeto a la diferencia, sólo puede afirmarse allí donde ya no se cree que la diferencia pueda disolverse en una comunidad exaltada, transparente y espontánea, o en una fusión amorosa. No se puede respetar el pensamiento del otro, tomarlo seriamente en consideración, someterlo a sus consecuencias, ejercer sobre él una critica, válida también en principio para el pensamiento propio, cuando se habla desde la verdad misma, cuando creemos que la verdad habla por nuestra boca; porque entonces el pensamiento del otro sólo puede ser error o mala fe; y el hecho mismo de su diferencia con nuestra verdad es prueba contundente de su falsedad, sin que se requiera ninguna otra. Nuestro saber es el mapa de la realidad y toda línea que se separe de él sólo puede ser imaginaria o algo peor: voluntariamente torcida por inconfesables intereses. Desde la concepción apocalíptica de la historia las normas y las leyes de cualquier tipo, son vistas como algo demasiado abstracto y mezquino frente a la gran tarea de realizar el ideal y de encarnar la promesa; y por lo tanto sólo se reclaman y se valoran cuando ya no se cree en la misión incondicionada.
Pero lo que ocurre cuando sobreviene la gran desidealización no es generalmente que se aprenda a valorar positivamente lo que tan alegremente se había desechado, estimado sólo negativamente; lo que se produce entonces, casi siempre, es una verdadera ola de pesimismo, escepticismo y realismo cínico. Se olvida entonces que la crítica a una sociedad injusta, basada en la explotación y en la dominación de clase, era fundamentalmente correcta y que el combate por una organización social racional e igualitaria sigue siendo necesario y urgente. A la desidealización sucede el arribismo individualista que además piensa que ha superado toda moral por el sólo hecho de que ha abandonado toda esperanza de una vida cualitativamente superior.
Lo más difícil, lo más importante. Lo más necesario, lo que a todos modos hay que intentar, es conservar la voluntad de luchar por una sociedad diferente sin caer en la interpretación paranoide de la lucha. Lo difícil, pero también lo esencial es valorar positivamente el respeto y la diferencia, no como un mal menor y un hecho inevitable, sino como lo que enriquece la vida e impulsa la creación y el pensamiento, como aquello sin lo cual una imaginaria comunidad de los justos cantaría el eterno hosanna del aburrimiento satisfecho. Hay que poner un gran signo de interrogación sobre el valor de lo fácil; no solamente sobre sus consecuencias, sino sobre la cosa misma, sobre la predilección por todo aquello que no exige de nosotros ninguna superación, ni nos pone en cuestión, ni nos obliga a desplegar nuestras posibilidades.
Hay que observar con cuánta desgraciada frecuencia nos otorgamos a nosotros mismos, en la vida personal y colectiva, la triste facilidad de ejercer lo que llamaré una no reciprocidad lógica: Es decir, el empleo de un método explicativo completamente diferente cuando se trata de dar cuenta de los problemas, los fracasos y los errores propios y los del otro cuando es adversario o cuando disputamos con él. En el caso del otro aplicamos el esencialismo: lo que ha hecho, lo que le ha pasado es una manifestación de su ser más profundo; en nuestro caso aplicamos el circunstancialismo, de manera que aún los mismos fenómenos se explican por las circunstancias adversas, por alguna desgraciada coyuntura. El es así; yo me vi obligado. El cosechó lo que había sembrado; yo no pude evitar este resultado. El discurso del otro no es más que de su neurosis, de sus intereses egoístas; el mío es una simple constatación de los hechos y una deducción lógica de sus consecuencias. Preferiríamos que nuestra causa se juzgue por los propósitos y la adversaria por los resultados.
Y cuando de este modo nos empeñamos en ejercer esa no reciprocidad lógica que es siempre una doble falsificación, no sólo irrespetamos al otro, sino también a nosotros mismos, puesto que nos negamos a pensar efectivamente el proceso que estamos viviendo.
La difícil tarea de aplicar un mismo método explicativo y crítico a nuestra posición y a la opuesta no significa desde luego que consideremos equivalentes las doctrinas, las metas y los intereses de las personas, los partidos, las clases y las naciones en conflicto. Significa por el contrario que tenemos suficiente confianza en la superioridad de la causa que defendemos, como para estar seguros de que no necesita, ni le conviene esa doble falsificación con la cual, en verdad, podría defenderse cualquier cosa.
En el carnaval de miseria y derroche propios del capitalismo tardío se oye a la vez lejana y urgente la voz de Goethe y Marx que nos convocaron a un trabajo creador, difícil, capaz de situar al individuo concreto a la altura de las conquistas de la humanidad.
Dostoievski nos enseñó a mirar hasta donde van las tentaciones de tener una fácil relación interhumana: van sólo en el sentido de buscar el poder, ya que si no se puede lograr una amistad respetuosa en una empresa común se produce lo que Bahro llama intereses compensatorios: la búsqueda de amos, el deseo de ser vasallos, el anhelo de encontrar a alguien que nos libere de una vez por todas del cuidado de que nuestra vida tenga un sentido. Dostoievski entendió, hace más de un siglo, que la dificultad de nuestra liberación procede de nuestro amor a las cadenas. Amamos las cadenas, los amos, las seguridades porque nos evitan la angustia de la razón.
Pero en medio del pesimismo de nuestra época se sigue desarrollando el pensamiento histórico, el psicoanálisis, la antropología, el marxismo, el arte y la literatura. En medio del pesimismo de nuestra época surge la lucha de los proletarios que ya saben que un trabajo insensato no se paga con nada, ni con automóviles ni con televisores; surge la rebelión magnífica de las mujeres que no aceptan una situación de inferioridad a cambio de halagos y protecciones; surge la insurrección desesperada de los jóvenes que no pueden aceptar el destino que se les ha fabricado.
Este enfoque nuevo nos permite decir como Fausto:
"También esta noche, tierra, permaneciste firme. Y ahora renaces de nuevo a mi alrededor. Y alientas otra vez en mi la aspiración de luchar sin descanso por una altísima existencia".

REGLAMENTACIÓN DE LEY SOBRE BIODIESEL EN COLOMBIA


PROYECTO DE LEY No. _______ DE 2005

“POR EL CUAL SE EXPIDEN NORMAS SOBRE BIOCOMBUSTIBLES RENOVABLES DE ORIGEN BIOLÓGICO PARA MOTORES DIESEL Y SE CREAN ESTIMULOS PARA SU PRODUCCIÓN, COMERCIALIZACIÓN Y CONSUMO Y SE DICTAN OTRAS DISPOSICIONES


EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

DEFINICIÓN DE BIOCOMBUSTIBLE

El biocombustible es un éster que puede hacerse a partir de distintos tipos de aceites: girasol, colza, higuerilla, soja, aceite de palma y hasta de aceites usados provenientes de la industria alimenticia, así como también de la grasa animal.

En otras palabras es un combustible obtenido a partir de biomasa que funciona en cualquier motor de ciclo diesel, sin que sea necesaria ninguna modificación en los mismos. Inclusive como sus propiedades son similares al combustible diesel de petróleo, se pueden mezclar ambos en cualquier proporción sin problemas. De hecho en Europa y Estados Unidos se mezclan 80 partes de gas oil y 20 partes de diester (en Francia) o biodiesel (en Estados Unidos).

La fabricación del biocombustible es sencilla, y no requiere de economías de escala: se parte de un aceite biológico (vegetal o animal), que como ya se menciono anteriormente, se somete a un proceso llamado de transesterificación.

Como resultante de esto se obtiene biocombustible, y un subproducto genéricamente conocido como glicerol, que tiene más de 1.600 usos en el agro, la industria, la medicina, los cosméticos, y la alimentación.

La base para la obtención del biocombustible son las materias primas que abundan en cada uno de los países que lo elaboran. Es así, que en Estados Unidos se utilice el aceite de soja, en Europa la colza, en Argentina y Uruguay el girasol y en los países tropicales el coco y la palma.
La producción mundial de aceite proviene en un: 50% de aceite de palma, 25% de aceite de soja 25% colza, algodón, maní, girasol y otros menores, Brasil recupera las grasas de las aguas servidas

Los motores de ciclo diesel de hoy requieren un combustible que sea limpio al quemarlo, además de permanecer estable bajo las distintas condiciones en las que opera. El biocombustible es el único combustible alternativo que puede usarse directamente en cualquier motor de ciclo diesel, sin ser necesario ningún tipo de modificación. Como sus propiedades son similares al combustible diesel de petróleo, se pueden mezclar ambos en cualquier proporción, sin ningún tipo de problema.

Menor contribución al calentamiento global de la atmósfera, el CO2 de la combustión del éster, no contribuye a aumentar la concentración de CO2 en la atmósfera, ya que el CO2 liberado por los motores corresponde al que es retirado de la atmósfera en la fase de cultivos por el proceso de fotosíntesis.

El biocombustible se encuentra libre de compuestos azufrados, posibilitando el uso de catalizadores oxidantes que eliminan el material particulado de los gases de la combustión. Los materiales particulados son aspirados al respirar, depositándose en los alvéolos pulmonares, favoreciendo el desarrollo de tumores, éste es un aspecto muy importante al difundirse los vehículos diesel para su uso en las ciudades. Las emisiones de dióxido de nitrógeno no se ven disminuidas al usar biocombustible.


EL BIOCOMBUSTIBLE COMO UNA ALTERNATIVA CON POSIBILIDADES PARA COLOMBIA

En nuestro país, existen señales de que hay voluntad política para trabajar amplia y generosamente sobre este tema, de que hay un mercado que demanda este producto, como también productores capaces de generar la materia prima e industriales interesados en procesarla. Estas señales son buenas, pero aún quedan restricciones que pueden impedir que esta buena oportunidad potencial deje de ser sólo una ilusión y se transforme en una "opción energética sostenible".

Por lo tanto, un análisis a fondo debería incluir todos los aspectos a la hora de evaluar el reemplazo de los derivados del petróleo por el biocombustible en Colombia. Además de lo mencionado, esta oportunidad puede ir más allá de una situación coyuntural: según los especialistas internacionales, el precio del petróleo aumentará en las próximas décadas, por ser una fuente de energía no renovable y por la escasez y/o encarecimiento de las fuentes fácilmente disponibles.

Es grande la factibilidad que tiene este combustible para aplicarse en zonas agrícolas, como es el caso de nuestro país, ya que su materia prima es absolutamente orgánica y representa una buena solución al problema de la contaminación.

Conocido es, por quien está relacionado con el sector agropecuario, que Colombia es el primer exportador en el contexto latinoamericano de aceite de palma y el cuarto lugar en el mundo. Por eso pretender a través de una normatividad crear condiciones para el desarrollo de un combustible producido por aceite biológico como es caso particular del biocombustible, puede convertirse en un momento dado en una alternativa muy importante, toda vez que favorecerá –principalmente- la producción de materia prima para los mismos, la industrialización de los aceites (palma, soja, girasol, higuerilla, grasas animales etc.) producido a partir de oleaginosas de nuestros campos, agregando así una nueva etapa en esa cadena. Además hay consideraciones fundamentales de tipo ambiental a tener en cuenta, debido a los acontecimientos que están ocurriendo en el mundo.

Con la entrada de la biotecnología y la práctica de siembra directa han producido una revolución en las técnicas de producción agrícola clásicas, expandiendo de manera significativa la producción de importantes materias primas que pueden ser utilizados en un momento dado en la producción de biocombustibles.

Por las razones expuestas en los párrafos anteriores, es necesario abrir el debate, entorno a la creación de condiciones que favorezcan el establecimiento de proyectos nuevos para la producción de biocombustibles, los que permitirán a mediano plazo un cambio en la curva de demanda de las materias primas de origen biológico, con las consiguientes ventajas para el sector agropecuario al mejorar los precios de las mismas, en un marco de preservación del medio ambiente. Al mismo tiempo, esos proyectos pueden contribuir activamente con el mejoramiento de las economías regionales.

Es de entender, que la viabilidad de cualquier proyecto que se quiera comenzar sobre producción de biocombustibles de origen biológico que se encuentran en estudio dentro de Colombia, está seriamente condicionada y limitada en la actualidad por la falta de un marco regulatorio integral – en general -, y la inseguridad fiscal –en particular- elemento este último que obra como una amenaza para los inversionistas en atención a la posibilidad, que gravámenes diversos puedan alterar en el futuro el éxito de dicho proyecto.

La falta de un marco legal que fije reglas de juego favorables, agrava el escenario de incertidumbre que pueden tener los potenciales inversionistas en proyectos de producción de biocombustibles.

Esa incertidumbre hay que contrarrestarla también con medidas de promoción fiscal concretas, para disminuir la brecha proyectada entre la rentabilidad de las empresas productoras de combustibles de origen fósil, y la proyectada para las iniciativas vinculadas particularmente a los biocombustibles.

Los efectos multiplicadores sobre la producción y el empleo, y la posible sustitución de importaciones que producirán en la economía las radicaciones de nuevos proyectos de producción de biocombustibles, como así también, las mejoras sobre el medio ambiente – cuya defensa consagra la Constitución Nacional, justifican el costo fiscal neto teórico que eventualmente puede originar el dictado de una ley con estímulos y estabilidad fiscal para la radicación de esos proyectos.


EL PROYECTO DE LEY COMO INSTRUMENTO VALIOSO.

El proyecto de ley habrá de ser un instrumento valioso, para comprometer a todos los actores involucrados, tanto públicos como privados, para un desarrollo coherente de la producción y uso del biocombustible en el país con la responsabilidad social que debe caracterizar este tipo de proyectos.

El Proyecto de ley permitirá orientar las diferentes estrategias para definir la producción y uso del biocombustible, así como las actividades tendientes al establecimiento y desarrollo de empresas para su producción, diseño y puesta en marcha de planes y programas de investigación, así mismo



FUNDAMENTO DE LA PONENCIA

Entre las fuentes de energía alternativa, los biocombustibles – derivados de materias primas de origen biológico - están logrando una creciente participación del mercado energético mundial. La búsqueda de fuentes energéticas alternativas al petróleo, no es un fenómeno reciente en el mundo. Basada en problemáticas económicas, a la crisis petrolera del '70 se le incorporó la temática ambiental. Los tratados internacionales, en particular los que refieren al Cambio Climático, han reflejado presiones de diversos sectores para investigar e implementar energías alternativas a los combustibles fósiles.

Así mismo, los motores térmicos alternativos gozan en general de gran aceptación en el sector transporte, principalmente debido a la autonomía que brindan y a la facilidad en el manejo, almacenamiento y distribución de los combustibles disponibles. No obstante enfrentan actualmente dos problemas relevantes: el agotamiento de los combustibles fósiles y las emisiones contaminantes, perjudiciales estas últimas para la salud humana.

Estos factores han fomentado la realización de investigaciones en búsqueda de nuevas alternativas tendientes a mitigar ambos impactos. En esta dirección los combustibles de origen biológico juegan un papel cada vez más protagónico como sustituto de la gasolina y el ACPM.

Por el uso de biocombustibles se sustituye una fuente de energía fósil por una renovable, proceso que evita la adición de nuevas unidades de CO2 al aire, provocando un efecto de limpieza, hecho éste determinante de la elegibilidad de los proyectos vinculados con la producción de aquél para los programas de mitigación del efecto invernadero.

Se puede definir un biocombustible como aquel que ha sido obtenida a partir de biomasa, y que se puede emplear en procesos de combustión. Se clasifican en general en dos grandes grupos: los bioalcoholes y sus derivados (Etil Ter Butil Eter –ETBE), cuyo uso es apto para motores de gasolina y los aceites de origen biológico y sus ésteres derivados, aptos para motores de ciclo diesel (Biodiesel), este ultimo objeto de la presente Ley.

JUSTIFICACIÓN DEL PROTECTO DE LEY

Además de verse justificada por los beneficios ambientales, económicos y sociales, elementos antes mencionados, cobra especial interés la presentación de este proyecto debido a:

Potencial de Producción. Colombia cuenta con un interesante potencial sobre materia prima para la producción de biocombustibles como es la palma de aceite, el cual es un cultivo permanente, con un ciclo de vida de aproximadamente 25 años, el cual se encuentra muy extendido en la zona tropical húmeda. Según la Federación de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), nuestro país cuenta con un área bruta sembrada cercana a las 190.000 hectáreas, y una producción anual cercana a las 500.000 toneladas. Así mismo, se puede vislumbrar otras posibilidades con otras materias primas que pueden potenciarse en el país.

La Carencia de Azufre. En la composición del biocombustible representa una ventaja comparativa fundamental respecto al combustible diesel que se produce en nuestras refinerías; debido igualmente a las buenas características de mezclado del biocombustible con el ACPM, podría pensarse como alternativa económica las mezclas, con el fin de disminuir el contenido de azufre del diesel colombiano, esto por otra parte, evitaría la necesidad de instalar plantas de desulfurización de alto costo.

Las mencionadas ventajas en la reducción de emisiones de contaminantes se ven incrementadas en condiciones de gran altura, lo cual es particularmente importante en un país como Colombia, donde los principales centros urbanos se ubican en alturas superiores a los 1.000 msnm.

Calidad del biocombustible de aceite de palma. El elevado contenido de ácido palmítico (saturado) en el éster de la palma, hace prever un índice de yodo inferior a los demás ésteres (colza, girasol, soja, higuerilla), lo que reduce la tenencia a la formación de depósitos, aumenta su estabilidad y garantiza cumplimiento de normatividad más severas sobre biocombustibles.

Oportunidad social. Una sustitución del 30% de ACPM por biocombustible requeriría cerca de 270.000 nuevas hectáreas de aceite de palma cultivada, esto implicaría cerca de 70.000 nuevos empleos directos.

Ahorro en subsidios. Una sustitución del 30% de ACPM por biocombustible representaría un ahorro significativo para las finanzas del país.

En razón de lo anterior, se decidió tomar la iniciativa de establecer una normatividad que permita crear estímulos para la producción, comercialización y consumo de biocombustibles de origen vegetal para motores de ciclo diesel (biodiesel), mediante la formulación de este proyecto de ley, que es compatible con las políticas económicas, con las practicas internacionales del comercio y con el marco constitucional, como mecanismo que posibilite y facilite el desarrollo del sector agropecuario e industrial en Colombia.






ARMANDO AMAYA ALVAREZ
Honorable Representante a la Cámara
Departamento Norte de Santander






















PROYECTO DE LEY No. _______ DE 2005

“POR EL CUAL SE EXPIDEN NORMAS SOBRE BIOCOMBUSTIBLES RENOVABLES DE ORIGEN BIOLÓGICO PARA MOTORES DIESEL Y SE CREAN ESTIMULOS PARA SU PRODUCCIÓN, COMERCIALIZACIÓN Y CONSUMO Y SE DICTAN OTRAS DISPOSICIONES



EL CONGRESODE COLOMBIA

DECRETA :

Artículo 1o. Declárese de interés público, social y de conveniencia nacional la investigación, producción y uso de biocombustibles renovables de origen biológico nacional para motores de ciclo diesel en todo el territorio de la Nación.

Artículo 2o. El Estado deberá establecer el marco normativo para el cabal cumplimiento de la presente Ley, en los aspectos económico, técnico y ambiental, que propicien el fomento de la producción, en forma sostenible de biocombustibles renovables de origen biológico para motores de ciclo diesel, al tiempo que genere la conciencia, el conocimiento y utilización de los mismos.

Artículo 3o. Para los fines de la presente ley, se entiende por biocombustibles aquellos combustibles líquidos que han sido obtenidos de biomasa, y que se pueden emplear en procesos de combustión y que cumplan con las definiciones y normas de calidad establecidas por la autoridad competente, destinados a ser sustitutos parcial o totalmente del ACPM, utilizado en motores de ciclo diesel.

Articulo 4o. Los Ministros de Minas y Energía, Agricultura y Desarrollo Rural y Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial, de acuerdo con su competencia, serán las Entidades responsables de promover, organizar, reglamentar, implementar y asegurar el desarrollo y seguimiento de los programas en la utilización de los biocombustibles de origen biológico, de acuerdo con lo dispuesto en la presente Ley.
Artículo 5o. Todos los proyectos que gocen de los beneficios que se prevén en la presente ley deberán cumplir con los siguientes parámetros:

Que se instalen en el territorio de la Nación Colombiana y sus operaciones de producción sean igualmente dentro del territorio Colombiano

Que se integren en un mismo proceso todas o algunas de las etapas industriales para la producción de biocombustibles.

Que se cumplan todos los requisitos establecidos por la autoridad competente, previos a la aprobación del proyecto por parte de ésta y durante la vigencia del beneficio.

Artículo 6o. Con el propósito de mejorar la calidad del combustible diesel que se utilice en el país, el Gobierno Nacional decidirá sobre el uso de biodiesel de acuerdo con los requisitos de calidad que establezca el Ministerio de Minas y Energía, de acuerdo con la reglamentación sobre control de emisiones derivadas del uso de estos combustibles y los requerimientos para el saneamiento ambiental que establezca el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. Ello sin perjuicio de las demás obligaciones que sobre el particular deban observarse por parte de quienes produzca, importen, almacenen, transporten, comercialicen, distribuyan o consuman combustible diesel en el país.

Parágrafo 1o. En la producción de biodiesel de que trata el presente artículo se deberán utilizar aceites vegetales o animales, según los requisitos de calidad que establezca el Ministerio de Minas y Energía.

Parágrafo 2º. Para la implementación de esta norma, establezcanse los siguientes plazos:

Veinticuatro (24) meses, a partir de la vigencia de la presente ley, para que el Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial establezca la regulación ambiental respectiva.

Veinticuatro (24) meses, a partir de la presente ley, para que el Ministerio de Minas y Energía establezca la regulación técnica correspondiente, especialmente en lo relacionado con las normas técnicas para la producción, acopio, distribución y puntos de mezcla de biocombustibles de origen biológico, así como los parámetros básicos.

Seis (6) años, a partir de la vigencia de la presente ley, para que en forma progresiva se implemente la norma, iniciando por los centros con mayor densidad de población y contaminación atmosférica. El Ministerio de Minas y Energía expedirá la correspondiente reglamentación. Este plazo puede ser prorrogable hasta por dos (2) años, mediante decreto del Gobierno Nacional, con previo concepto de los Ministerios de Hacienda, Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial, Minas y Energía, Agricultura y Comercio Exterior, siempre que medien razones de fuerza mayor o conveniencia nacional.

Artículo 7o. Con el objeto de que haya equidad en la producción, distribución y comercialización del biocombustible de origen biológico estarán sometidas a la libre competencia, y como tal, podrán participar en ellas las personas naturales y jurídicas de carácter público o privado, en igualdad de condiciones.

Artículo 8o. Considerase el uso de biocombustibles de origen biológico como factor coadyuvante para el mejoramiento ambiental en la autosuficiencia energética del país y como dinamizador de la producción agropecuaria y del empleo productivo, tanto agrícola como industrial. Como tal recibirá tratamiento especial en las políticas sectoriales respectivas.

Artículo 9o. El Gobierno nacional a través de sus respectivos Ministerios y sus organismos adscritos deberá diseñar mecanismos de orden económico, diversificación de canasta energética y autoabastecimiento, teniendo en cuenta los siguientes estímulos para el cumplimiento de los objetivos de la presente Ley:
1. Para la investigación: El Gobierno Nacional propenderá por la creación y desarrollo de programas de investigación aplicada para la producción de biocombustibles de origen biológico para motores de ciclo diesel.

2. Para la educación: El Icetex beneficiará y dará prioridad en el otorgamiento de préstamos y ayuda a quienes quieran estudiar carreras o especializaciones orientadas en forma específica, a la aplicación en el campo de la producción de biocombustibles en general.

3. Reconocimiento Público: El Gobierno Nacional creará distinciones para personas naturales o jurídicas, que se destaquen en el ámbito nacional en la temática de biocombustibles; las cuales se otorgarán anualmente.

4. Eatímulo a la Producción de cultivos. El Gobierno Nacional estimulará la producción de toda clase de cultivos, cuyos aceites tengan la posibilidad de ser usados como fuente de biocombustibles.

5. Estímulo a las exportaciones . El Gobierno Nacional estimulará la exportación de biocombustibles que puedan ser utilizados en motores de ciclo diesel.

Parágrafo.- El Gobierno Nacional diseñará estrategias para el fomento y utilización de los biocombustibles de origen biológico con base en campañas de información, utilizando medios masivos de comunicación y otros canales idóneos.

&$Artículo 10o. La infracción de las normas sobre producción, importación, almacenamiento, transporte, distribución y consumo de biocombustibles en el País, dará lugar a la imposición por parte de las autoridades competentes, de algunas de las siguientes sanciones, las cuales serán progresivas según la gravedad. Las causales y montos para la imposición de las siguientes sanciones serán reglamentadas por el Gobierno Nacional:

Amonestación.
Multa.
Suspensión en el ejercicio de la actividad.
Terminación definitiva de actividades.

Artículo 11o. La presente ley rige a partir de la fecha de su publicación en el Diario Oficial y deroga las disposiciones que le sean contrarias.





ARMANDO AMAYA ALVAREZ
Representante a la Cámara
Departamento Norte de Santander

CALENTAMIENTO GLOBAL



¿Qué hace Colombia ante el calentamiento global?
Indice de Artículo
Autor: Carolina Roatta Acevedo - NOTICyT

El calentamiento global es un hecho y en el país los efectos ya son evidentes. Según datos del Instituto de Hidrología Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) y el Departamento de Geografía de la Universidad Nacional de Colombia, la temperatura del aire aumentó entre 0,1 y 0,2 °C por decenio durante la segunda mitad del siglo XX. La señal más clara es el retroceso de los nevados en el país. En 1974 se disponía de un área de aproximadamente 94 kilómetros cuadrados (km2), en 2003 esta área disminuyó a 55 km2. Cada año, estas zonas pierden entre 2% y 3% de su superficie. En las costas colombianas se ha registrado una tendencia al aumento del nivel medio del mar de tres a cuatro milímetros anuales en el Pacífico y uno o dos milímetros en el Caribe. La frecuencia de las lluvias también ha aumentado o disminuido en algunas regiones. “Los cambios son progresivos y las consecuencias afectarán a la próxima generación, en unos 60 años. No vamos a ver un aumento brusco de la temperatura o del nivel del mar; sin embargo, los efectos ya son evidentes y por eso grupos de investigación de las universidades y otras instituciones han desarrollado diferentes estudios con resultados que orientan sobre qué hacer en Colombia”, explicó José Daniel Pabón, director del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional de Colombia e investigador reconocido en el ámbito internacional sobre el tema de cambio climático. Dichos efectos fueron evaluados de forma preliminar en la Primera Comunicación Nacional de Colombia ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 2001, cuya elaboración fue coordinada por el Ideam. “En estos documentos se presentó un diagnóstico de la situación del país, un inventario de gases efecto invernadero (GEI) que contempla emisiones, fuentes y actividades que pueden ayudar a capturar dióxido de carbono (CO2), que es uno de los gases de mayor preocupación en la agenda, por sus efectos en el calentamiento. También se presentaron las acciones de mitigación, es decir acciones de reducción en la emisión de GEI y la vulnerabilidad de los diversos sectores ante este fenómeno”, indicó Luz Dary Yépez, coordinadora del Grupo de Cambio Global de la Subdirección de Estudios Ambientales del Ideam.


Las actividades humanas emiten gases efecto invernadero (GEI) que están aumentando las concentraciones naturales de estos en la atmósfera. El dióxido de carbono (CO2) se emite principalmente por el consumo de combustibles fósiles para generar energía (carbón, petróleo y sus derivados, y gas natural), por la tala y quema de bosques, y por algunos procesos industriales como la fabricación del cemento. El óxido nitroso (N2O) y el metano (CH4) son emitidos por actividades agrícolas (especialmente por la aplicación de fertilizantes y por cultivos de arroz bajo riego), cambios en el uso de la tierra y otras fuentes. Los clorofluorocarbonos (CFCs) son emitidos por procesos industriales y otros gases como el monóxido de carbono (CO), los óxidos de nitrógeno (NOx) y compuestos orgánicos volátiles diferentes al metano (que son precursores de ozono y de gases de efecto invernadero directo), son emitidos en un gran porcentaje por el sector transporte. Las moléculas de los GEI tienen la capacidad de absorber y reemitir la radiación infrarroja que proviene del sol y es eminentemente térmica. Estos rayos son reflejados por la superficie de la Tierra hacia el espacio, sin embargo, los GEI absorben esta radiación en la capa inferior de la atmósfera (Troposfera) en orden a mantener el equilibrio energético de la misma, mantienen la radiación “dentro de la Tierra” e influyen en el clima. No obstante, el clima debe ajustarse de algún modo a los incrementos en las concentraciones de los GEI causados por el hombre. Este ajuste genera progresivamente un cambio climático que se manifestará en un aumento de la temperatura global (referido como calentamiento global), que generará un aumento en el nivel del mar, cambios en los regímenes de precipitación (periodicidad de las lluvias) y en la frecuencia e intensidad de los eventos climáticos extremos (tales como tormentas, huracanes, fenómenos de El Niño y La Niña), y se presentará una variedad de impactos progresivos sobre diferentes componentes, tales como la agricultura, los recursos hídricos, los ecosistemas, la salud humana, entre otros. (Fuente: “Cambio climático en Colombia y el Mundo”. IDEAM)